Comiendo mejillones, una vez que conseguían uno hacían una carrerilla alejándose de los
demás para comer tranquilos.
Una estiradita para continuar con la jornada.
Estos ostreros son más lindos por la espalda que por el frente, las manchas en las alas son más atractivas.
Siempre pasa, ya van varios que veo en estas condiciones, fotografié dos con este.
Una tanza de pesca le ha apretado una pata provocando un gran dolor que casi no le deja apoyarla.
Intenté acercarme un par de veces para ver si podía atraparlo y quitarle la tanza pero fue imposible.
No ha de faltar mucho para que pierda la pata.
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