Luego
de mucho tiempo sin fotografiar, debido a un problema con la cámara, de hecho
con dos de mis cámaras, este fin de semana pude dedicarles una mañana a las
aves. Era tal el frío que no sentía con mis dedos el disparador de la máquina,
al final pasé al remoto que tiene un pulsador más grande. Pero fue un placer
encontrarme con la visita de este ejemplar macho, que verdaderamente es una
belleza. Ya lo había fotografiado desde muy lejos, esta vez desde cerca.
Contemplarlo con los primeros rayos solares fue una maravilla como pocas.
Espero les guste.
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