Tuve la suerte de que un benteveo parase frente a mí a
desayunar un cangrejo, pude registrar todo el proceso. Observé como lo tomaba
de las pinzas y golpeaba en la roca para despojarlo de sus patas hasta el
momento en que lo acomodó en el aire para luego tragarlo.
Tras aproximarse otra ave oportunista, el benteveo cambió de sitio para comer.
Llegó la hora de acomodar la comida.
Ya está, ...
¿Y ahora que sigue?
No hay comentarios:
Publicar un comentario