viernes, 12 de abril de 2019

Golondrinas pardas en nido de hornero

Revoloteaban de un lado al otro hasta que decidieron ingresar a un nido de barro. El nido estaba tranquilo, era un buen lugar para poner sus huevos y esperar que los pichones nacieran. Pero, el plan no dio resultado, se encontraron con los dueños de la casa, de hecho uno estaba adentro.
Que revuelo cuando salió el hornero que estaba arreglando los pastitos dentro de su casa.

Pero no fueron los únicos, una pareja de doraditos entró varias veces, pero a diferencia de las golondrinas, esperaron que los dueños salieran.











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