El anterior fin de semana estuve observando a la garcita
blanca, que como sabrán los que siguen de alguna forma el blog, es un ave que
me gusta mucho. Estaba sentado en las rocas costeras cuando pasó por frente mío
una garcita, como no podía ser de otra manera, estaba buscando alimento.
En cuanto a la técnica de caza, las había visto quedarse como estatua hasta que la presa se ubicaba al alcance y dar entonces el golpe certero con gran rapidez. Inclinarse hacia uno u otro lado para observar mejor, hacer sombra ...
… y no importaba que fuera mucha la profundidad da igual, se
sumerge sin problema.
Pero nunca había observado la técnica de dar un paso y con
la pata apoyada hacer una serie de vibraciones que evidentemente afectaban el
fondo haciendo mover la presa, tal vez esas vibraciones funcionan incluso en las
que no se encuentran tan abajo. Este ejemplar no lo hizo una vez ni dos,
utilizó esa técnica por buen rato.
En esta aproximación se observan las ondas producidas en la superficie por el movimiento realizado por la garza.
Siempre se va aprendiendo algo.
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