lunes, 10 de octubre de 2016

Cuervillo de cañada

Hoy domingo me levanté a las cinco de la mañana, una hora antes que saliera el sol. Me vestí con varios abrigos y me fui al charco al que siempre frecuento. Armé el hide y tras cruzarme de brazos y apretar fuerte el torso aguanté hasta que saliera el sol. La luz comenzó a dar sobre el espejo de agua a eso de las dos horas de haberme escondido. Amanecer entre la variedad de aves sin que ellas sepan que uno está allí es de verdad una maravilla, lo disfruté desde antes de tener luz para ver.

Varias especies habían allí, el charquito albergaba unas 18 especies en ese momento, no todas fotografiables, muchas pasaron mientras el sol no llegaba, como las cigüeñas y el gavilán caracolero.
Pero de igual forma quedé maravillado, algunas aves pasaban tan cerca que no podía fotografiarlas con el equipo que disponía.

Aquí dejo al cuervillo de cañada acicalándose. Interesante fue observar que tanto esta especie como también el pato barcino se lavaban el pico, así aparentaba para mi, luego de estar un rato acomodando las plumas. Se acicalaban y luego se lavaban y así otra y otra vez, nunca lo había observado antes, tal vez porque nunca estuve tanto tiempo quieto mirando.









Unbostezo...


... y una estiradita.


El hide improvisado. Es una silla plegable a la que le pegué unas ramas
con cinta "Pato". Sobre ellos estiré una tela y una red de camuflaje. A lo lejos 
el vehículo estacionado en la otra punta para que las aves se aproximaran más hacia mi lado.


La vista desde el hide.

1 comentario:

  1. Vaya madrugón!!! Pero te mereció la pena. Preciosas imágenes de este bello Ibis.. Es un poco similar al que aquí en España llamamos Morito.. Saludos

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