Siempre he observado los picaflores desde un costado, de frente y también de atrás. Pero nunca pude verlos desde arriba, eso me motivó para armar una estructura precaria con una escalera, ocultarme con una red de camuflaje y esperar y seguir esperando.
Hubiera deseado estar más tiempo para fotografiar las tres especies que me visitan. Pero la postura era muy incómoda y me llevaba a sentir dolores en partes que no quiero nombrar.
La vista aérea no fue la que esperaba, pero si cumplió mis expectativas para ver el movimiento de las alas, aquí dejo una serie de tres fotografías armadas con la sesión fotográfica. Espero que la disfruten como lo hago yo.
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